! AVE DE PASO … DOLOROSO ¡)
AVE DE PASO … ¡ DOLOROSO ¡
Hai una emblanquecida MUJER
Que me mira con mirada angular de AVE NOCTURNA.
Su IRIS me penetra como rayo centellante en NOCHE desamparada por la LUNA.
Indolentes, desgarran sus pupilas el párpado CICLÓPEO de mi CORAZÓN.
Como tifón, me interna en la CÁMARA OSCURA de mis recuerdos.
Anticipándose, ONIRICAMENTE, a mi débil autodefensa,
LA VIEJA i desenfocada visión,
Va develando, a tientas, PUERTAS de abundante AMBIVALENCIA.
I PRESO soi del pábulo alucinante con el que me alcanza.
Así, TROTA, enérgicamente,
mi psiquis por espacios plenos de ansiedades iluminantes;
Golpea a mi CEREBRO,
La tejida GEOMETRÍA cortante,
de grandes angulares,
por donde se fugaba mi desnudez;
Aturdidas, retumban las sinapsis,
amplificadas por erráticas herrumbres circulares,
que “ENGUARURAN” sonidos metálicos,
para DELEITE de ratas borrachas de LLUVIA.
Palmaria es la inmensa costra de TIERRA,
que suele herir mi PIEL de lagartijo escurridizo,
mientras, sacrílego,
imitaba a los DIOSES creadores de la mundanal UNIVERSALIA.
Al fin, escalo el PODERÍO,
en
PROFUNDO ABISMO,
que, a miles, engulle minúsculos i emplumados, dinosaurios evolutivos.
Convulsiono “ATRAPADO”, ante expectantes monstruos domesticados, entre abigarrados VERDORES,
santuario de una ROSA mística i DIVERTIDA,
que exudan la embriagante ambrosía de placer.
I, al abrir mis OJOS, los veo reflejados en dos paraparas, enormes i pulidas
Por las cuales me miraba
el EMPERADOR febril
de mi INCONSCIENCIA.
NERÓN ha regresado…
i ha enseñado sus dientes!
¡YA TODO ESTÁ EN LLAMAS…
PERO, NO ME PREOCUPA EL HUIR!
A ELLA, a la emblanquecida MUJER,
una inmarcesible fuerza de heroicos SABIOS le ha antecedido.
Ellos, son el FARO encolerizado
que alumbra, inagotable,
para que su antagónica ESENCIA
de BRUJA FERTIL,
de TIGRA BRAVÍA i DEVORADORA,
No deambule
ante la desértica FRIALDAD
que acecha su VEJEZ.
(Aunque dé cariñosos BESOS … ¡ no descarteis de ella un ZARPAZO ¡)
[A la MUJER que AMARÉ ETERNAMENTE desde la LEJANÍA,
insoslayable, de mis recuerdos]
(Les confieso, que amaré eternamente a esa MUJER, quien sigue viviendo en mi,
tatuando mi existir, hoi, como ayer, con
un hierro candente de AMOR, HISTORIA cruda i de, imborrable, SABIDURÍA.
ESTOI LOCO, LOCO DE AMOR POR MARÍA ELVIA DEL CARMEN...Mi inefable, VIEJA)
Maxwell Max Gómez Rodríguez